Bandujo
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Bandujo, una aldea medieval con vistas a las montañas asturianas

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Hoy echo la vista atrás y no me puedo creer que hasta hace un año no conociese el que es, sin lugar a dudas, uno de los pueblos más bonitos de Asturias, de España, de Europa… ¡y del mundo entero!

Bandujo, una pequeña aldea del concejo de Proaza de a penas 40 habitantes, se merece todos estos halagos y muchos más, y es que lo tiene todo para situarse en cualquier ranking de sitios espectaculares: una arquitectura perfectamente conservada, unas vistas de infarto y un paisanaje que creció entre tradiciones singulares de las cuales muchas aún perduran.

Bandujo se alza vigilante en la zona central de Asturias, presidiendo las montañas que lo rodean, en perfecta sintonía con el entorno escarpado y el paisaje natural de belleza abrumadora que lo envuelve.

Está situado a aproximadamente 700 metros de altitud y su ubicación en la loma de una montaña lo convierte en una estampa difícil de olvidar.

bandujo

Todo el pueblo, que data más o menos del siglo VIII y que recibía el nombre de Vandugio, está declarado Bien de Interés Cultural desde el año 2009 y no es para menos ya que alberga uno de los conjuntos medievales mejor conservados de la región, entre cuyas construcciones destacan:

• El Palacio, que ocupa la parte central de la fotografía superior.

• La Torre de Bandujo (o de Tuñón), de planta circular y que se remonta a los siglos XI-XIII aproximadamente.

• La Iglesia de Santa María, que data del siglo X.

bandujo
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La aldea de Bandujo se divide en siete barrios repartidos por la loma y las laderas de la montaña: El Barreiru, La Molina, Antelaiglesias, Palacio, La Reguera, Toral, y Campal.

Paseando por sus callejuelas (a las que en Asturias llamamos caleyas) es posible observar hórreos antiguos, el viejo lavadero (muy bien conservado), casas de piedra habitadas con chimeneas humeantes (sobre todo ahora en invierno) y otras abandonadas que luchan contra el paso del tiempo por no venirse abajo.

Contemplar todos estos vestigios de antaño es un auténtico placer, así que te aconsejo que te pierdas entre sus calles y sus casas…

La tranquilidad y la calma campan a sus anchas por Bandujo, como si el tiempo se hubiese detenido hace años, como cuando aún no existía una carretera que diese acceso a todos los turistas que acuden día tras día a contemplar su belleza.

bandujo
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Y es que es sorprendente que hasta el siglo XX no hubiera una carretera de acceso al pueblo medianamente decente. De hecho, hasta que se ésta se construyó no había otra forma de acceder hasta allí que no fuese a través del Camino Medieval a Bandujo.

Este camino de tierra y piedra es un bonito recorrido de unos 2.5 kilómetros (ida) con bastante pendiente y que parte desde lo que actualmente conocemos como la Senda del Oso.

bandujo
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Algo que llama mucho la atención de Bandujo y de su cementerio es que las tumbas no tienen ni lápidas ni dueño, de manera que cuando alguien muere ocupa el lugar de aquella persona que lleva más tiempo enterrada allí.

Además, el cementerio acoge una de las tradiciones más vistosas que aún se conservan en Asturias. En el Día de Difuntos se dibujan y cubren las tumbas de tierra con flores (puedes ver el ritual en este vídeo), una costumbre que ya se ha perdido en el resto de la región pero que aquí conservan con mimo y orgullo.

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Como ya dije en el post de Bulnes, debemos ser turistas responsables, así que no seas ruidoso, respeta la paz de los vecinos que aún viven allí y cuida el entorno.

Ten presente que aunque el turismo controlado puede revitalizar la zona, la masificación puede afectar negativamente a la vida de los habitantes del pueblo, y que pese a que tú estés de vacaciones quizás ellos no, o que simplemente les apetezca que esa tranquilidad de la que antes hablábamos no se vea alterada…

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