Algo que quizás aún no sepas de mi es que me chifla todo lo relacionado con la II Guerra Mundial…
Siempre he soñado con visitar las playas de Normandía, Alemania, todos los campos de concentración nazi y cada resquicio de historia de este período fatal del siglo XX (creo que en algún post ya te comenté que soy un poco rarita, pero por suerte estoy rodeada de raritos que seguro que se unen cuando me decida a hacerlo jeje).
El Londres de la II Guerra Mundial
Mientras sueño y planeo ese viaje, me conformo con descubrir algo más de la II Guerra Mundial en otras ciudades que fueron clave durante esos años, como fue el caso de Londres, asediada durante meses por los Blitz (así fue como se denominó a los bombardeos que tuvieron lugar entre Septiembre de 1940 y Mayo de 1941 en Londres) de la Luftwaffe nazi (la flota aérea Alemana).
Estos bombardeos obligaron a las autoridades inglesas, debido a la escasa previsión sobre las consecuencias que podría tener la incursión nazi en Gran Bretaña, a convertir el metro de la ciudad en un inmenso refugio antiaéreo (en inglés reciben el nombre de air-raid shelters).
Pese a todo, hubo tragedias inevitables, como la de la estación de Balham el 14 de Octubre de 1940, donde cayó una bomba matando a casi un centenar de personas.
Además, la capital británica es también la sede de tres de los cinco museos que componen la asociación de Imperial War Museums: el buque HMS Belfast, los gabinetes de guerra de Churchill y el Museo Imperial de Guerra (los otros dos están en Manchester y Cambridgeshire).
Imperial War Museum
El Museo Imperial de Guerra está ubicado en un edificio que albergaba el antiguo hospital psiquiátrico de Bethlem, y aunque un poco escondido y olvidado, se encuentra a sólo 20 minutos caminando del Big Ben.
Allí podemos encontrar varias exposiciones que explican en detalle los conflictos armados en los que ha participado el Reino Unido (y el antiguo imperio británico) a lo largo de la historia, también misiles, tanques, autobuses, jeeps, aviones nazis que podréis reconocer perfectamente prestando atención a su escarapela (el dibujo que aparece en el avión para reconocer su nacionalidad más fácilmente), algún Spitfire (uno de los primeros cazas que se fabricaron) e incluso una recreación de ‘Little boy’, la bomba atómica que soltó el Enola Gay sobre Hiroshima en 1945.
Una de las partes que más me impactaron de todo el museo fue la exposición dedicada al Holocausto y todos los objetos que formaban parte de la colección, sobre todo la mesa de disecciones…
Aunque como ya te he dicho, si estás por el centro llegarás fácilmente a pie, la parada de metro más cercana es Lambeth (Bakerloo line) y un pelín más alejada Waterloo (Jubilee, Northern y Bakerloo lines), además la entrada es gratuita, ¡así que no hay excusa!
Nosotros tuvimos la suerte de poder visitarlo en nuestro viaje de 2009, así que aunque las fotos están un poco obsoletas, te servirán para que te hagas una idea de lo que te podrás encontrar.
Churchill War Rooms
Se conoce como gabinetes de guerra de Churchill al búnker utilizado por el en aquel entonces Primer Ministro británico Winston Churchill para reunirse con su ejecutivo militar durante la II Guerra Mundial e idear su plan de ataque contra la Alemania de Hitler.
El búnker está estratégicamente ubicado a escasos 200 metros del número 10 de Downing Street, residencia oficial de cada primer ministro (o ministra, que como sabrás también la hubo), desde 1732, por lo que Churchill podía ir y venir sin correr demasiados riesgos. De hecho, tal y como cuenta la audioguía de las ‘Churchill War Rooms’, éste sólo durmió dos noches en el búnker.
La entrada de adulto cuesta 17.5 £, aunque insisto en la posibilidad de utilizar tu carnet de estudiante, con el que el precio será de 14 £. Nosotros compramos las entradas online algo que, aunque no es esencial ya que es un lugar bastante poco frecuentado, te recomiendo que hagas si tienes claro que vas a visitarlo y dominas medianamente bien el inglés.
Horario
9:30 – 18:00 (última entrada a las 17:00)
HMS Belfast
Antes de dejarme llevar por mis sentimientos respecto al HMS Belfast (HMS = Her Majesty’s Ship) me gustaría aclarar que lo recomiendo, recomiendo que pagues la entrada, sobre todo si nunca has estado en un barco de estas características o si como a mi te apasionan todos estos temas (aunque voy a serte sincera: no me gustan NADA los barcos).
Te cuento todo esto porque ahora me veo en la obligación de decirte que el HMS Belfast fue una de las experiencias más desagradables, y no porque fuese un mal museo, sino todo lo contrario, ahora explicaré por qué…
Se trata de un buque de guerra que combatió en campañas tan importantes como Normandía y Corea, aunque también jugó un papel importante durante el bloqueo marítimo a Alemania en el Ártico.
El caso es que el buque está PERFECTAMENTE conservado y como ya pudistes ver en las Churchill War Rooms, los encargados de los Imperial War Museums se toman muy en serio la recreación de la historia y de todo lo acontecido en cada rincón de cada lugar: maniquíes hiper realistas, sonidos ¡y hasta los propios olores!
Aquí el motivo de por qué me resultó tan desagradable: había zonas en las que esa peste el olor se te metía hasta la garganta, una sensación horrible que nos hizo salir por patas de más de una sala (sobre todo de la cocina y la enfermería, ¡que horror!).
Era una sensación muy desagradable pero supongo que con un fin muy concreto: intentar recrear fielmente el agobio y lo poco placentero que era vivir y trabajar dentro del barco, ¡y vaya si lo han conseguido!
La entrada de adulto son 15.5 £ y la de estudiante 12.4 £. También las puedes comprar online, pero al igual que los gabinetes de guerra de Churchill, el HMS Belfast no es un lugar demasiado concurrido, así que lo más seguro es que no tengas problema.
Horario
Verano → 10:00 – 18:00 (última entrada 17:00)
Invierno → 10:00 – 17:00 (última entrada 16:00)
Otra cosa que seguro te llamará la atención durante tu visita a estos museos, serán los pósters propagandísticos de la II Guerra Mundial, centrados en concienciar al pueblo acerca de las pautas a seguir mientras durase la guerra.
Espero que te haya resultado entretenido el post de hoy y que te animes a visitar estos tres museos, porque estoy segura de que si te gusta la historia y tienes algo de curiosidad sobre todo lo relacionado con el Londres de la II Guerra Mundial (aunque solo sea una poca), ¡te encantarán!