Imprescindibles de Lanzarote: qué ver en la isla de los volcanes

Sueño con volver a Lanzarote. Cada vez que pienso en un destino de playa para escapar del inestable norte por unos días no puedo evitar acordarme de esta isla canaria que tantos buenos momentos me regaló durante unas vacaciones que parecen lejanas pero que en realidad no lo son tanto.

Lanzarote tiene todo aquello que le puedes pedir a una isla: playas alucinantes, buen clima (temperaturas suaves y poca lluvia), un paisaje volcánico espectacular, y también una oferta cultural y gastronómica bastante desconocida que sorprende, por su calidad, a quienes se atreven a desnudar todos los secretos que guarda.

En este post te voy a contar qué ver en Lanzarote, los lugares que creo que merece la pena conocer en la isla de los volcanes, declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 1993.

Pasear por pueblos encantadores

No cabe duda de que los habitantes de Lanzarote han sabido adaptarse a los paisajes y condiciones de la isla. Han esquivado las zonas más áridas y elegido los enclaves más prósperos para el desarrollo.

Al norte es donde se concentran la mayoría de pueblos pintorescos de la isla, como Órzola, un puerto pesquero de mar revuelto con casas encaladas de puertas azules y verdes.

En la ventosa Caleta de Famara, ya en la costa noroeste, se respira un ambiente más bohemio. Es un lugar de encuentro para quienes disfrutan con el surf, el kitesurf o el windsurf, ya sea practicándolo o viendo cómo otros lo practican.

A Haría se la conoce como el “valle de las mil palmeras” por su microclima, con más precipitaciones que el resto de la isla, lo que permite que crezcan multitud de estas plantas.

De Teguise, antigua capital de Lanzarote, destaca su arquitectura de estilo colonial. De hecho, toda la villa ha sido declarada conjunto arquitectónico histórico-artístico. Además, todos los domingos por la mañana se celebra un mercadillo que atrae a gran cantidad de gente.

Arrieta, aunque suele pasar más desapercibido que el resto, tiene un encanto abrumador. A ello contribuye que sea uno de los lugares más recomendables para saborear un buen plato de pescado.

Relajarse en playas impresionantes

Las playas de Lanzarote son uno de los mayores alicientes a la hora de decantarse por viajar hasta allí. Y es que el contraste de la piedra volcánica con la arena blanca o dorada y el agua azul turquesa hace de éste un paraíso para los amantes del sol y del mar.

Las piscinas naturales de los Charcones, playa Mujeres y la cala de playa Papagayo al sur;dentro del Parque Nacional del Timanfaya la característica playa de El Golfo con el charco verde de lo Clicos; Famara y sus codiciadas olas o las sosegadas y protegidas aguas de Caletón Blanco son solo algunos ejemplos de todas las posibilidades que ofrece Lanzarote.

Dejarse sorprender por la naturaleza

Si te preguntas qué ver en Lanzarote a parte de pequeños pueblos y playas sigue leyendo, porque no hemos hecho más que empezar con las propuestas. Hay infinidad de rincones chulos que merece la pena visitar y que no te querrás perder.

Las Salinas de Janubio, en el municipio de Yaiza, son un ejemplo. 440.000 m² de terreno conforman un paisaje pintado en colores pastel que no querrás dejar de fotografiar.

Muy cerca de allí están Los Hervideros. Se trata de una zona costera rocosa y de baja altura que el mar ha ido erosionando hasta crear cavidades por las que en días de mar agitada el agua entra y estalla contra la roca formando cierto estruendo y haciendo que parezca que el mar “hierve”.

Para aquellos a quienes les guste el senderismo una buena opción es la excursión a la Montaña Roja, una sencilla ruta de unos 5 kilómetros que sale desde Playa Blanca y que asciende hasta el cráter de un volcán.

Visitar los centros de arte, cultura y turismo

El progreso y crecimiento turístico de Lanzarote va indudablemente unido a la figura de César Manrique, un artista (pintor y escultor) que trabajó en la creación de diferentes atractivos turísticos para la isla así como en la recuperación y rehabilitación de muchos otros.

Muchas de esas intervenciones están incluidas dentro de los Centros de arte, cultura y turismo de Lanzarote, donde también tienen cabida otros enclaves interesantes:

• Cueva de los verdes: se formó a partir de una erupción del volcán de la Corona y fue Jesús Soto quien creó un espacio donde el tratamiento de la luz tiene un protagonismo muy especial. Además la gruta guarda un secreto que tendrás que descubrir por ti mismo…

• Jameos del Agua: fue una de las intervenciones de César Manrique en lo que era un tubo volcánico formado también a raíz de la erupción del volcán de la Corona. Quiso poner en valor la relación entre el ser humano y la naturaleza, para lo que además de otros espacios (como la llamativa piscina), ideó un auditorio aprovechando la resonancia de la cueva y el espacio de la laguna.

• Jardín de Cactus: César Manrique intervino aquí para recuperar el espacio que albergaba una antigua mina. En la actualidad se pueden contemplar más de 450 especies diferentes de cactus.

• Mirador del Río: una construcción espectacular con vistas a la vecina isla de La Graciosa y obra también del artista lanzaroteño. Para mí es la parada imprescindible en cualquier viaje a Lanzarote.

• Monumento al Campesino: ubicado en la población de San Bartolomé, César Manrique lo erigió en honor a los campesinos de la isla, en homenaje a su lucha contra las condiciones adversas de la isla y su capacidad de progreso.

• MIAC Castillo de San José: el Castillo de San José, en Arrecife (la capital de la isla), alberga el Museo Internacional de Arte Contemporáneo.

• Museo Atlántico: un museo escultórico subacuático creado por el escultor británico Jason deCaires Taylor para hacer una llamamiento por la defensa de los océanos.

• Montañas del fuego / Timanfaya: paisaje volcánico lleno de cráteres que se creó a partir de las erupciones acontecidas en el siglo XVIII. Actualmente es un Parque Nacional que maravilla con sus colores y que solo se puede recorrer a pie o en autobús.

Saborear la gastronomía de la isla

Si pensamos en la gastronomía lanzaroteña es imposible no pensar en sus vinos, cultivados en el aparentemente estéril paisaje de La Geria y cuyas vides (en su mayoría de la variedad Malvasía) se plantan en un mar de ceniza protegidas del viento por pequeños muros semicirculares.

En cuanto a bebidas también es obligatorio probar el delicioso Ronmiel, una bebida típicamente canaria compuesta, como ya te puedes imaginar, por ron y miel.

Y por el resto la oferta no difiere demasiado a la del resto de las Islas Canarias:

• Papas arrugadas con mojo (verde y rojo)

• Queso de cabra (que cada vez va ganando más prestigio)

• Pescados y moluscos como las lapas (también el pulpo)

• Carne de cabrito o cerdo (generalmente no criado en la isla)

• Gofio (harina que utilizan para la elaboración de muchos platos)

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¿Hay algún lugar que crees que debería incluir en este post sobre qué ver en Lanzarote?

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Nota: éste es un post patrocinado, pero todos los comentarios vertidos en esta entrada responden fielmente a mis propias experiencias y opiniones.