No me resulta del todo fácil encontrar un hotel que cumpla con mis expectativas (soy bastante tiquismiquis, lo sé).
Por eso, cuando pasado un tiempo de haberme alojado en uno me descubro recordando la estancia con cierta melancolía, sé que debo escribir sobre ese lugar y compartirlo con quienes estáis al otro lado de la pantalla.
Justo eso fue lo que me pasó con la Hospedería Casa Shelly (C/ Eduardo Shelly, 6), un precioso y coqueto hotel boutique de la localidad gaditana de Vejer de la Frontera que abrió sus puertas en abril de 2015, con Chris y Javier a los mandos.
Si quieres saber más sobre dónde dormir en Vejer de la Frontera… ¡sigue leyendo!
Se trata de una casa de provincias del siglo XIX reconvertida con muchísimo gusto en un hotel de siete habitaciones, cuya apariencia actual es fruto del trabajo de la decoradora sevillana Amparo Garrido.
En la casa predominan los colores claros como el rosa, el azul, el gris y los ocres, en contraste con el verde de las plantas que hay repartidas por todo el alojamiento.
También llama la atención la abundancia de luz natural, los suelos con mosaicos, las alfombras y persianas de fibras naturales y la integración de elementos antiguos con otros más modernos.
Esto es evidente desde el primer momento en que pones un pie en el patio interior, el eje central de la casa, ya que hasta él se accede, desde la calle, por una imponente puerta de madera maciza del siglo XVIII.
Desde el patio interior se puede acceder además a una pequeña y acogedora salita con libros y revistas, pero también a la zona de comedor y a la cocina, donde siempre hay disponible café, té, galletas y fruta, todo incluido en el precio (entre 80-140€ la noche dependiendo de la habitación y la temporada).
Gracias a esto, pese a no haber desayuno como tal (no disponen de permisos para ello), éste no se echa en falta, ya que puedes llegar y servirte lo que quieras de todo lo que hay disponible.
Desde el comedor puedes atravesar una estrecha puerta y disfrutar del agradable patio exterior, con una vegetación exuberante, algunas mesas donde desayunar o leer y una fuente que transmite una tranquilidad, paz y serenidad increíbles.
Llegamos ahora a las siete habitaciones, todas ubicadas en el piso superior, con la entrada desde el precioso corredor que rodea el patio interior, impecables y acogedoras.
Solo puedo decir cosas positivas: son amplias, están muy limpias, la cama es cómoda y pese a no disponer de aire acondicionado sí que cuentan con un ventilador aspas en el techo.
El baño está completamente equipado y, por si fuera poco, Chris y Javier tienen varios detalles geniales: cada día dejan sobre la mesa dos botellines de agua, dos bombones y reponen las toallas que ceden para ir a la playa.
Algunas de ellas cuentan también con una terraza bastante amplia con muchísimas flores y sillas donde descansar lejos del bullicio de las calles aledañas, en un silencio solo interrumpido de vez en cuando por el sonido de las campanas de la iglesia aledaña.
Y es que la Hospedería Casa Shelly se encuentra dentro de la zona amurallada de Vejer de la Frontera, en una de las estrechas calles peatonales del centro del pueblo, muy cerca de todos los rincones que es imprescindible visitar, como la iglesia del Divino Salvador.
La iglesia es, sin lugar a dudas, uno de los elementos que marcan cualquier estancia en este hotel, sobre todo si tu habitación es una de las que da a la parte trasera del alojamiento, a pocos metros del campanario.
2 comentarios
Que pasada! El hotelito y el pueblo… Las Fotos transmiten paz y tranquilidad, una excelente opción gracias por compartir Sandra!
Los dos son una maravilla Diona, hacía tiempo que no me sentía tan a gusto en un hotel <3 Un besote!