Si llevas algún tiempo pasándote por aquí seguro que sabes que hay dos cosas con las que disfruto sobremanera. La primera es la naturaleza en todas sus versiones y la segunda es la comida (no en todas sus versiones pero sí en muchas).
Por eso, cuando me contactaron del Centro de Ecoturismo Tierra del Agua para probar en primera persona “Mesa en el bosque”, su nueva experiencia gastronómica, no tardé en aceptar.
Ya en nuestra anterior visita a gOtta, slowcooking en el nuevo restaurante de Tierra del Agua nos habían adelantado algo y sabíamos que esta vez los protagonistas indiscutibles serían la cocina del chef Manuel López Espiña y los bosques que rodean el pequeño pueblo de Caleao (Caso, Asturias) ubicados dentro del Parque Natural de Redes, en una zona declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 2001.
¿En qué consiste la experiencia “Mesa en el bosque”?
“De paseo al bosque” es el nombre con el que han bautizado a esta novedosa actividad sensorial. La vista, el oído, el olfato, el tacto y el gusto se agudizan para disfrutar al 100% de una ruta de senderismo diferente y muy especial.
El recorrido parte de la misma puerta del complejo y desciende por el pueblo hasta llegar a la parte más baja.
Una vez estemos frente al panel indicativo que hay al lado del río giraremos a la derecha y continuaremos por una pista de hormigón hasta un pequeño puente donde encontraremos la primera flecha rosa, indicaciones que tendremos que seguir de ahora en adelante para completar la ruta de “Los Llanos”.
La ruta es circular y en total se recorre una distancia de unos 4,6 kilómetros (aproximado).
La primera parte del recorrido tiene una pendiente ascendente bastante fuerte y se alcanza una altura de 1.027 metros, por lo que, pese a que es apta “para todos los públicos” pienso que es recomendable estar relativamente en forma para hacerla sin sufrir demasiado, o al menos ir mentalizado…
También es importante equiparse con ropa y calzado cómodo.
Quizás si no llueve no sea necesaria una indumentaria estricta de montaña, pero sí adaptada a la actividad que vamos a realizar.
Si llovizna el día que vayas a realizar la actividad o si ha llovido en día anteriores, no lo dudes y cálzate unos playeros o botas de montaña.
¡Ah! Y no te guíes por la foto de aquí abajo, los vaqueros, los vestidos y las Converse no son una buena opción.
El paisaje es una maravilla, más en esta época del año (finales de primavera, casi verano) ya que todo está súper verde y húmedo. En otoño debe de ser increíble también, con las hojas ya en tonos cobrizos y desprendiéndose de los árboles…
En este primer tramo nos encontraremos con numerosas cabañas de piedra. Algunas aún se utilizan como cuadras para guardar al ganado y otras en cambio han sido restauradas por los vecinos como viviendas (ocasionales en la mayoría de los casos).
Recompensa gastronómica de lujo en plena ruta
El gran atractivo de esta experiencia no es otro que la recompensa con la que nos encontramos a mitad de ruta, una mesa de merendero situada a un lado del camino, en el corazón de un espectacular bosque de hayas, preparada con todos los detalles para disfrutar de una comida de lujo en un entorno mágico.
Por si fuera poco, para acceder hasta ella hay que “trepar” unos metros monte a través con la ayuda de una cuerda, lo que lo hace aún más divertido y despierta en nosotros ese espíritu aventurero que a veces tenemos tan amodorrado.
Nuestra mesa en el bosque consistió en:
- Tronco de quesos asturianos
- Sushi hot Caleao – Tokio – Philadelphia
- Poke de verduras, salmón ahumado y flores silvestres
- Ensalada de pitu caleya con su escabeche
- Brochetas de frutas (fresas, manzana, kiwi y plátano)
- Agua
- Brut Mar de Frades
Todo estaba delicioso, sobre todo la sangría de sidra, ¡menudo vicio! Además, como puedes ver en las fotos, el montaje estaba trabajado con mucho gusto y todo estaba preparado cuando llegamos para disfrutar de un agradable y apacible banquete rodeados de verde y con el canto de los pájaros de banda sonora.
Para mí, la única pega de la comida fue la presentación de la sangría. Ahora que cada vez estoy más concienciada sobre el uso del plástico, ver tanto plástico de un solo uso junto (bolsa transparente, pajita y alambre de cierre) me chocó bastante, más para un centro de ecoturismo como es Tierra del Agua.
De todas formas, he de decir que el resto era todo reutilizable, tanto la decoración como la vajilla, al igual que los cubiertos, los salvamanteles (hechos con madera) o incluso el soporte en el que se servían los quesos.
* El precio de esta actividad es de 45 € por persona y está disponible para grupos de entre 6 y 8 personas de mayo a octubre. Puedes contratarla tanto si estás alojado en el complejo como si no.
10 comentarios
Me parece una actividad muy atractiva. Una bonita manera de crear un aliciente llamativo y actual a una típica ruta por el bosque. Lástima del toque de plástico cuando el vidrio podría haber suplido estupendamente esos recipientes. Seguro que toman nota y lo mejoran para las próximas mesas en el bosque.
Seguro que sí Yolanda, sería un punto muy a su favor y un detalle fantástico :)
Que plan mas apetecible!!!! Una ruta de senderismo en plena naturaleza y luego una merienda… no se puede pedir mas!!!
Merienda no, comida en toda regla jeje ;)
Tiene que ser espectácular comer en medio del bosque, con los ruiditos de los árboles y los pájaros… me apunto!! jajaja
Los pájaros, los árboles, la lluvia y cuando hicimos la actividad nosotras hasta los truenos!! jeje Pero aún así valió la pena :)
Que actividad tan interesante! El paseo tiene pinta de ser espectacularmente bonito, y el añadirle la mesa de comida me parece muy original!
Es muy original y bonito sí, distinto a cualquier actividad en el bosque jeje
Sandra seguí la actividad por tu IG y tenía ganas de leer el post. Qué preciosidad y que actividad más original.
Sí es cierto que choca lo de las bolsas con la sangría, pero venga, se lo perdonamos y así tienen algo que mejorar para la próxima caminata por que el resto es todo perfecto
Un Beso Enorme
Probablemente lo de las bolsas ni se lo hayan planteado porque muchas veces ni nos damos cuenta de este tipo de detalles que marcan la diferencia (incluso a los más concienciados nos cuesta a veces). La verdad que la experiencia es diferente y eso ya es un gran punto a favor!!!