Que Edimburgo es una ciudad peculiar e intrigante es un hecho. Nadie que haya visitado la capital escocesa negará que es diferente a cualquier lugar en el que haya estado antes, desde la arquitectura victoriana de la Old Town hasta su historia truculenta que todo lo invade.
¿Te apetece descubrir por qué Edimburgo es considerada una de las ciudades más siniestras y terroríficas del mundo? Pues no dejes de leer y acompáñame en este viaje por las sombras y la historia más oscura de esta fascinante ciudad.
Historias y leyendas del Edimburgo macabro
¿Qué son los “closes” y qué historias oscuras esconden?
Dejamos atrás la historia antigua de Edimburgo para comenzar con unas brevísimas pinceladas sobre su morfología urbana. La ciudad está construida sobre siete colinas, algo que dificultó su desarrollo urbanístico a partir del siglo XV:
• Craiglockhart Hill
• Braid Hills
• Blackford Hill
• Corstorphine Hill
• Arthur’s Seat
• Castle Rock
• Calton Hill
Hay que tener en cuenta que en el siglo XVIII Edimburgo era una de las ciudades más pobladas del mundo con alrededor de 80.000 habitantes, por lo que su emplazamiento y el aumento de la población obligaron a que, en la colina de Castle Rock se comenzara a construir hacia abajo, erigiéndose edificios de hasta seis plantas, toda una novedad para aquella época, ¡incluso se ha llegado a decir que estos fueron los primeros rascacielos de la historia!
Como era habitual, en los pisos superiores, donde daba la luz del sol, vivían las familias más ricas, mientras que en los pisos inferiores vivía la gente con menos recursos.
Para comunicar los edificios con la Royal Mile (la arteria principal de la ciudad, que va desde el castillo hasta el Palacio de Holyroodhouse) y viceversa, se crearon unos callejones estrechos y empinados, los denominados “closes”.
Estos solían tener el nombre de alguna persona ilustre que habitaba la callejuela (Brodie’s Close, Lady Stairs Close) o de algún trabajador o gremio de trabajadores que vivía allí (Advocate’s Close, Bishop’s Close).
Una lección de historia en el Mary King’s Close
Estos callejones oscuros y lúgubres, además de ser lugar de paso habitual para los habitantes de la ciudad, también fueron escenario de numerosos episodios sangrientos, ataques y asesinatos.
Pero sin ninguna duda, el más conocido es el Mary King’s Close, que fue tapiado en el siglo XVII junto con otros closes cercanos para proceder a la construcción de las City Chambers, el ayuntamiento de la ciudad.
Muchos han llegado a decir que el callejón se tapió con cientos de personas dentro enfermas de peste, pero no hay ninguna prueba de ello.
Visitarás calles subterráneas, diferentes estancias de las antiguas casas y, además, la sala en la que (supuestamente) está Annie, el fantasma de una niña que fue abandonada por sus padres al contraer la peste.
Leyendas y morbo aparte, lo que sí que es verdad es que la temperatura de la habitación donde dicen haber visto a Annie es unos grados inferior a la que hay en salas adyacentes…
Precio ⇒ £14.95 (niños de 5 a 15 años £8.95 - estudiantes y mayores de 60 £12.95) Horario ⇒ De abril a octubre de 10:00 a 21:00 | De noviembre a marzo: domingo a jueves de 10:00 a 17:00 - viernes y sábado de 10:00 a 21:00
Burke y Hare, ladrones de cuerpos
Para entender gran parte de la historia más turbia de la capital de Escocia no nos podemos olvidar de Willian Burke y William Hare, dos inmigrantes irlandeses que se mudaron en el siglo XIX a Edimburgo con el fin de prosperar.
Sin embargo, eligieron una forma un poco sádica para hacerlo, ya que decidieron “innovar” en esto del emprendimiento y se convirtieron en ladrones de cuerpos.
Aunque parezca raro, la idea no estaba mal del todo (dejando a un lado la moralidad de todo el asunto obviamente), porque la demanda de cuerpos era bastante grande…
Burke y Hare mataban a sus víctimas para posteriormente vender los cuerpos como material de disección al doctor Robert Knox, profesor de anatomía de la Universidad de Edimburgo.
Hasta ese momento, los únicos cadáveres que se permitía utilizar para investigación eran los de aquellas personas que fallecían ajusticiadas, sin embargo, la cantidad de cadáveres disponible descendió notablemente debido a la reducción de ejecuciones al anularse el Bloody Code (Código Sangriento), el código de leyes y castigos vigente desde el siglo XVII.
Después de 16 asesinatos (que se sepa), Burke fue condenado y ajusticiado, mientras que Hare llegó a un acuerdo con el juez y pudo escapar hacia Londres. Sin embargo, sus compañeros de trabajo lo reconocieron y lo arrojaron a un tanque de cal viva, lo que no le provocaría la muerte pero sí que le dejaría en un estado lamentable para el resto de sus días.
“Up the close and doun the stair, But and Ben wi’ Burke and Hare. Burke’s the butcher, Hare’s the thief, Knox the boy that buys the beef.”
Un poco de historia en el Museo Nacional de Escocia
El National Museum of Scotland además de albergar elementos muy interesantes como meteoritos, el ajedrez de la isla de Lewis o la famosísima oveja Dolly (disecada) también esconde otros objetos un poco más aterradores.
Podemos ver de cerca una de las piezas de tortura más sangrientas de la época, The Maiden (La Doncella), una guillotina (una de las primeras de la historia ya que se cree que pudo haber sido un invento escocés) que funcionó entre los años 1564 y 1710 cobrándose la vida de 150 víctimas.
También hay otros objetos curiosos como los ocho ataúdes en miniatura que se encontraron en Arthur’s Seat en 1836. En realidad se encontraron diecisiete pero solo se han conservado estos.
No se sabe con certeza qué significaban, por lo que se han creado infinidad de leyendas entorno a ellos: brujería, algún tipo de ritual satánico, amuletos de la suerte…
Sin embargo, la teoría que más sentido tiene para los historiadores es que fueran una ofrenda que alguien, se desconoce quién, hizo a las víctimas de Burke y Hare. Diecisiete ataúdes para diecisiete víctimas.
Surgeons’ Museum, un museo no apto para gente aprensiva
El Surgeons’ Museum (Museum of the Royal College of surgeons of Edinburgh) es uno de los museos más antiguos de Escocia. Pese a que existe desde 1699, no fue hasta 1832 cuando se abrió al público general, siendo hasta ese momento de uso exclusivo para médicos y estudiantes de medicina.
Se trata de un edificio de estilo neoclásico ubicado en Nicolson Street en el que se expone la historia de la medicina en tres diferentes colecciones: pathology (patologías), surgery (cirugías) y dental.
La colección más siniestra es la de The Wohl Patology Museum, no apta para personas aprensivas, ya que incluye muestras de diferentes partes del cuerpo humano en formol. Está en el piso de arriba, así que si no te apetece verlo basta con que esquives esa planta.
Además, también alberga una pequeña exposición sobre los ladrones de cuerpos, en la que Burke y Hare, de quienes ya te he hablado antes, tienen una especial importancia.
Los secretos subterráneos de las bóvedas del puente del sur
Otra parada imprescindible para descubrir el Edimburgo más oscuro son las bóvedas del puente del sur (south bridge vaults) o bóvedas subterráneas de Blair Street, a las que se accede a través de los bajos del pub The Banshee Labyrinth (29-35, Niddry Street) y solo con visitas guiadas.
Puedes consultar las visitas en castellano en la página web de Mercat Tours.
El puente del sur se construyó a finales del siglo XVIII para conectar una Old Town superpoblada con una New Town en expansión, y cuenta con 19 arcos que servían como trasteros a las tiendas que había en la superficie así como lugar de trabajo para artesanos como zapateros, herreros o cuchilleros.
Sin embargo, las obras fueron una chapuza y las bóvedas pronto empezaron a inundarse, lo que hizo que unos años después los trabajadores lo abandonasen debido a sus pésimas condiciones y a las supersticiones que lo rodeaban.
Esas supersticiones comenzaron pocos días antes de la inauguración del puente, cuando la mujer de un importante juez de la ciudad, que debía ser la primera en cruzarlo, falleció. Los planes siguieron adelante y fue ella quien en vez de cruzarlo a pie lo hubo de hacer ya muerta y dentro de su ataúd. Desde ese día el puente comenzó a estar rodeado por un halo de misterio.
Pronto fue invadido por prostitutas, traficantes y ladrones y desde hace años está considerado como uno de los rincones con más actividad paranormal del mundo, atrayendo a infinidad de visitantes ansiosos de fantasmas.
Mercat Cross, lugar de castigo público
Mercat Cross, en Parliamente Square, aparte de señalar el lugar en el que se ubicaba el mercado, también tenía otras funciones.
Era el sitio donde se realizaban las comunicaciones oficiales relevantes para el pueblo y donde tenían lugar muchos ajusticiamientos a delincuentes, torturas a asesinos además de castigos vejatorios y humillantes a ladrones.
De hecho, a muchos se les clavaba la oreja a una de las maderas que había en sus laterales, algo que les marcaba y señalaba de por vida.
La construcción que hay hoy en día no es la original (data de 1885), pero en la misma plaza se puede ver el sitio en el que estaba la anterior ya que se conserva la marca en el suelo.
La cárcel de los Covenanters del cementerio de Greyfiars
Según dicen, este cementerio tiene una actividad paranormal fuera de lo común. Es más, muchas personas que lo han visitado han llegado a salir corriendo de allí porque empezaron a notar sensaciones extrañas, ¡incluso arañazos!
Real o no (no seré yo quien entre por la noche para comprobarlo), lo que sí es verdad es que aquí está enterrado uno de los personajes más crueles de la historia de Edimburgo, George Mackenzie (abogado y ministro), o lo que es lo mismo, el famoso Bloody Mackenzie.
Él fue el responsable de encarcelar, dejar morir y matar a 1.200 covenanters (integrantes de un movimiento religioso) en lo que hoy se conoce como “Covenanters Prison”.
Esta parte del cementerio está cerrada y solo se puede acceder en visitas guiadas con alguna
de las empresas que operan los famosos tours de fantasmas. Puedes ver todos los tours que se
ofertan en este completísimo post del blog Más Edimburgo.
La maldición de North Bridge y los cuerpos de Princes St. Gardens
El puente del norte o North Bridge fue construido sobre el Nor’ Loch, un pequeño lago (o más bien ciénaga) ubicado en los actuales Princes Street Gardens. Este puente une además el tenebroso South Bridge con Princes Street.
Como no podía ser de otra manera, el North Bridge también está rodeado de misterio y supersticiones ya que se vino abajo durante su construcción en 1769 matando a cinco personas. Se reinauguró en 1772, eso sí, ya bajo el apodo del “puente de los muertos o del diablo”. ¿Quién era el encargado de construir los puentes en esta ciudad? Porque vaya marrón…
Por si esto fuera poco, en 1816 se terminó de drenar el Nor’ Loch y se descubrieron 300 cuerpos, en su mayoría de mujeres. El descubrimiento no sorprendió demasiado, ya que era el lugar en el que se arrojaba a las supuestas brujas para saber si realmente lo eran.
La prueba era sencilla aunque difícil de superar. Les ataban una piedra a manos y pies y las arrojaban a la ciénaga, si conseguían salir a flote eran brujas, si se hundían es que no lo eran. La pregunta es, ¿alguna conseguía salir? Pues al parecer sí, a veces porque la cantidad de basura que allí había les hacía flotar y otras por sus propias vestimentas.
En este caso su destino no era mucho mejor ya que eran llevadas hasta Calton Hill para quemarlas en la hoguera…
El Edimburgo macabro está lleno de rincones oscuros, tétricos y misteriosos. También de muchas leyendas de fantasmas en las que yo no me he querido centrar pero que ahí están y en las que cada uno es libre de creer o no.
Hablar de todos esos lugares así como de la infinidad de historias, reales o no, que lo envuelven sería imposible, o al menos muy largo, así que yo lo dejo aquí, pero te animo a que si te gustan estos temas me lo digas aquí abajo para que yo lo sepa y así escribir más a menudo sobre ello o no.
PD. Si quieres descubrir qué más ver en la capital de Escocia aparte del Edimburgo macabro, no te pierdas el post ‘Guía completa para visitar Edimburgo en dos días’.
9 comentarios
Que interesante conocer Edimburgo así, toca visitar unos closes y pasear por los 6 pisos de esos antiguos rascacielos. Muy interesante, gracias.
¡Que buen post Sandra! Se me llegaron a poner los pelos de punta con algunas de las historias (conocía varias pero no todas!)
Me encantó Edimburgo cuando la visité, y sin duda alguna estas historias macabras le dan un encanto especial a la ciudad.
En el cementerio juro que me sentí muy extraña. Me comenzó a doler mucho el estómago y cuando le dije a Esteban no me creía nada jaja. A penas salimos se me paso, no se si fue idea mía o que.
Un abrazo!
Mi experiencia en el cementerio fue MUY rara, había unos chicos grabando una pelí “extraña” (no sé si porno o serie B o qué), él disfrazado cutre de calavera y ella en minifalda corriendo delante de él como escapando, muy raro jaja Luego Adán me dio algún susto pero nada, no sentí nada de nada, pero es que los cementerios me gustan tanto que es como estar paseando por el jardín de casa :P Muuuua!
Pues sí que nos has hecho un recorrido macabro por Edimburgo!!. A mí estas historias me parecen muy interesantes y a pesar de lo lúgubres que son me resultan muy entretenidas…. ains , con las ganas que tengo de visitar Escocia
Pues ya sabes, ve planificando viaje que Edimburgo te espera… :D
Super artículo, Sandra ;) Has conseguido transmitir super bien algunos de los misterios de la ciudad en la que vivo… y a la que tanto adoro.
A ver cuando vuelves
Me encanta descubrir nuevas ciudades edificadas sobre siete colinas. La más famosa, Roma. Pero también están Plovdiv o Lisboa. Ahora sumo Edimburgo a las lista con ese dato… Interesante todo el post, me has descubierto otra cara de esta ciudad que aún no tengo la suerte de conocer demostrando que detrás de los muros y puertas siempre hay secretos, algunos muy oscuros. Un abrazo
Tengo muchas ganas de conocer Edimburgo. Mi hermano está enamorado de esta ciudad y viaja allí dos veces al año. Con este post me han entrado aún más ganas de ir.
Madre mía!!! Una ciudad de miedo, la verdad. Cuando la visité me pasee por sus cementerios y disfruté con los Closes, aunque iba solo y no me atreví con ninguna ruta nocturna…