Uno de los planes por excelencia para el verano son los deportes de aventura, pero sobre todo, ahora que aprieta el calor, aquellos que implican darse un chapuzón.
Ya es casi tradición en nuestro grupo de amigos reunirnos una vez durante el verano para pasar un día haciendo algo diferente, así que este año no podía ser menos y decidimos realizar un descenso en canoa del río Navia.
Como la mayoría de nosotros ya habíamos hecho el descenso del río Sella varias veces y el del Narcea el año pasado, decidimos probar con el descenso en canoa del río Navia, que además nos quedaba prácticamente al lado de casa y no suponía más gasto que el del alquiler de la canoa, el neopreno y la comida.
El río Navia se caracteriza por ser un río de aguas tranquilas, sin apenas rápidos y con muy poca corriente (salvo que corráis la misma suerte que nosotros y os coincida llegar a la desembocadura cuando esté subiendo la marea, entonces sí habrá corriente pero ésta os irá en contra…).
El único momento en el que hubo un poco más de movimiento en el río fue cuando abrieron los aliviaderos de un embalse y durante un tiempo la corriente jugó a nuestro favor.
Además, al contrario que el Sella, el Navia está muy poco transitado, por lo que lo tendréis prácticamente para vosotros solos… para mí esto es algo importante, ya que puedes remar sin estar chocando cada dos por tres con alguien (algo que en el Sella es imposible y más aún en verano).
La empresa de turismo activo con la que nosotros fuimos se llama Kalyaventura y está ubicada en el albergue de Serandinas, a unos 20 minutos de Navia.
El precio del descenso (en el que estaba incluído el alquiler del neopreno y la canoa + la comida) fue de 35 € por persona.
Además del descenso en canoa, también organizan otras actividades como rutas en BTT, senderismo y descenso de barrancos (¡algo que ya tenemos en mente para el año que viene!).
Fotos: Kalyaventura