Como ya os conté en el post #TBMGijón | Sensaciones y resumen de mi primer ‘TBM’, el Travel Bloggers Meeting fue un evento repleto de actividades organizadas por Gijón Turismo junto con diferentes empresas de diversos ámbitos (culturales, deportivas, etc) y destinadas a promocionar la ciudad de Gijón y otras zonas de Asturias.
Puesto que ya había visitado casi todos los lugares propuestos, de entre todas las experiencias ofrecidas decidí apuntarme al bautismo de surf, algo que llevaba bastante tiempo queriendo hacer y que sabía que me gustaría muchísimo (soy mucho de estar a remojo), aunque no estaba tan segura de qué tal se me daría…

¿Con qué empresa hacer un bautismo de surf en Gijón?
Aunque el día estaba gris, con niebla y pese a que todo apuntaba a que iba a caer un buen chaparrón, las ganas de lanzarse al agua eran muchísimas así que todos llegamos puntuales a nuestra cita con los organizadores, Tablas Surf School, cuyas instalaciones se encuentran a sólo dos pasos de la playa de San Lorenzo, justo al lado del centro comercial San Agustín.
Al entrar a la escuela nos encontramos con unas instalaciones modernas y abastecidas de todo lo necesario para que la experiencia fuera perfecta: una pequeña salita con una tele donde esperar a que empiece la clase mientras ves videos que te explican las nociones básicas para aprender a surfear, vestuarios bastante amplios, duchas, taquillas y por supuesto gran variedad de tablas y neoprenos que se adaptan a las necesidades de cada persona.

Después de enfundarnos nuestros neoprenos y sacarnos la foto de rigor haciendo la “señal de shaka”, el tipiquísimo saludo surfero, caminamos los escasos 50 metros que hay desde la escuela hasta la playa y por fin pusimos los pies en la arena. Corrimos, estiramos, escuchamos atentos todos los consejos y explicaciones que nuestro monitor tenía que darnos y tras ponernos pingando antes de tiempo con esa lluvia que llevaba horas amenazándonos, nos atamos “el invento” al pie (la cuerda que impide que se nos escape la tabla) y entramos al agua con nuestras tablas.
Ya en el agua nos dimos cuenta de que no era tan fácil como parecía: el mero hecho de tumbarse encima de la tabla cuando el agua te llegaba a la altura del pecho ya suponía un esfuerzo, coger la postura adecuada llevaba su tiempo y ponerse de pie era prácticamente imposible… Se necesita muchísima fuerza en los brazos y bastante agilidad para poder dar el salto y ponerse en pie, así que mi mayor hazaña fue ponerme en cuclillas, y digo hazaña porque con el esfuerzo que supone y lo agotador que resulta… ¡ya me parece bastante!
Después de dos horas de muchísimos revolcones, risas y alguna que otra herida de guerra volvíamos sobre nuestros pasos hasta la escuela para vestirnos, coger nuestras cosas y agradecer a todo el personal de Tablas Surf Schoolsus ganas por hacernos pasar un rato divertidísimo y muy entretenido.
Pese a lo que podáis pensar, los precios de las clases no son muy caros: 2 horas 30 €, con descuento para grupos, clases semanales (10 horas) por 75 € y muchas más opciones que podéis consultar en su página web.
Si como yo, llevas tiempo pensando en probar el surf pero no terminas de decidirte, te animo a que des el paso y te lances al agua. Quizás no se te dé bien (como fue mi caso), tal vez no consigas ponerte en pie en la tabla ni una sóla vez (como también fue mi caso) ¡pero te aseguro que pasarás un rato muy agradable y divertidísimo! Yo ya estoy pensando en volver así que cuando lo vuelva a intentar ya te contaré cuál ha ido mi evolución (¡si es que la hay!).
Para terminar te dejo con el video resumen que han hecho Mª Jesús y Juan, de Tusdestinos.net, ¡reflejo 100% de lo que fue el #TBMGijón!