Quizás ya sepas que a principios de Septiembre en The Wandering S estuvimos de boda, con resaca preboda y postboda (sí sí, los días previos son un martirio) incluída.
Después de ocho añazos juntos, Adán, el principal sufridor de mis desvaríos viajeros (y de todos en general) y yo decidimos dar un pasín más y celebrar una boda en forma de fiestorro (o un fiestorro en forma de boda más bien).
Quizás algún día te enseñe algunas fotos del inicio de “ese otro viaje”, pero por ahora te tendrás que conformar con conocer a fondo el lugar donde pasamos nuestros primeros dos días de casados (¡ah!), el Centro de Ecoturismo Tierra del Agua.
Nuestra intención era desconcetar totalmente de la civilización, aislarnos y descansar de una semana agotadora de preparativos y nervios, así que como ya llevábamos tiempo escuchando hablar maravillas de Tierra del Agua, aprovechamos la oportunidad y reservamos sin pensárnoslo.
El precio por un apartamento (cocina incluída) para dos personas, dos noches, fue de 170 €.
Además de haber disfrutado el apartamento también comprobamos en primera persona la calidad de su restaurante, una verdadera delicia, con productos autóctonos de primera y precios asequibles. Nosotros catamos la paleta ibérica con pan tumaca, la tabla de quesos asturianos, hamburguesa de buey al Pedro Ximénez, ensalada caliente de ventresca, pimientos y Vidiago, el lechazo, granizado de sandía con espuma de chocolate blanco y la sopa de chocolate con helado de arándanos, ¡todo fantástico!
Tampoco nos podíamos ir de allí sin probar las bondades de su spa, el lugar perfecto para relajarse ya que está ideado para disfrutarlo en pareja, en privado y sin que nadie más te moleste. Además, las chicas encargadas del hotel nos obsequiaron con una limonada riquísima para hidratarnos mientras estuviésemos allí dentro.
Por si esto te pareciese poco, el Centro de Ecoturismo Tierra del Agua se encuentra en el pueblo de Caleao, una pequeña pero animada aldea ubicada en pleno Parque Natural de Redes, en el concejo de Caso. Este parque natural alberga, entre otras muchas cosas, una de las rutas más espectaculares de Asturias, la Ruta del Alba, de la que muy pronto te hablaré aquí.
Si eres un poco vaguete o simplemente tienes ganas de no hacer nada, el propio pueblo ofrece cantidad de estampas típicamente asturianas que hacen que no quieras ni necesites moverte de allí para sacar unas buenas fotos y descubrir rincones pintorescos. ¿Que no te lo crees? Mira…