Aquí estoy, recién llegada de mis pequeñas vacaciones y ya manos a la obra con uno de los post que más ganas tenía de escribir, y es que la zona del Pays Basque française fue todo un descubrimiento para nosotros ¡y no me podía aguantar las ganas de recomendároslo!
Aunque nuestro viaje transcurrió por gran parte de la Costa Brava y por algún que otro rinconcito del sur-este de Francia, el último día y medio, ya en pleno viaje de regreso a Asturias, lo dedicamos a descubrir un poco el Pays Basque française, más concretamente las localidades de Saint Jean de Luz y Ciboure, pequeño pueblo pesquero donde nos alojamos (de esto ya os hablaré más adelante ¡porque nos quedamos completamente prendados de nuestro B&B Les Digues Vauban!).
Pero ahora os quiero hablar de ‘la Route de la Corniche’, una carretera que parte del encantador pueblo de Ciboure (Ziburu en Euskera) y que recorre la costa hasta llegar a la población fronteriza de Hendaye (Hendaia), unos 11 kilómetros de preciosos paisajes y acantilados que reciben el nombre de ‘falaises plissées’ (acantilados plegados), debido a las formas creadas por el viento en sus paredes.
A lo largo de la Route de la Corniche hay varios lugares al borde de la carretera donde podremos estacionar nuestro vehículo para sacar unas fotos o simplemente disfrutar del paisaje de la côte française.
Ya en Hendaye, nos acercamos hasta el Domaine de l’Abbadia, una reserva natural que rodea al Château d’Abbadie, castillo que construyó el arquitecto Violet – le – Duc (uno de los arquitectos más reconocidos de la época) en el siglo XIX para Antoine d’Abbadie, ferviente amante de la cultura vasca, geógrafo, astrónomo, lingüista y viajero empedernido.
El Château d’Abbadie sirvió, entre otras cosas, como observatorio hasta 1979 y hoy en día pertenece a la Academia de las ciencias, asociación de la que Antoine fue elegido presidente en 1892.
Aunque no pudimos entrar ya que íbamos con el tiempo justo, verlo desde fuera mereció la pena, y el camino que nos llevó hasta él, aún más… porque varios senderos recorren todo el Domaine de l’Abbadia através de frondosos bosques y campos repletos de manzanos.
Además, también pasamos junto al caserío Larretxea que acoge el centro de interpretación del parque y el caserío Nekatoenea, por donde pasan cada año varios artistas de las artes plásticas para realizar un taller – exposición.
Si sois del norte y no tenéis mucho tiempo para unas vacaciones, la costa del país vasco francés es una muy buena opción (y ‘la Route de la Corniche’ un imprescindible).
De hecho, nosotros ya estamos pensando en volver para conocer todos los lugares que nos quedaron pendientes ¡y que seguro serán tan increíbles como los que hemos conocido este pasado fin de semana!