Hace unas semanas asistimos con nuestro Range Rover al XIV Encuentro Nacional del Club Land Rover España que se celebró en la localidad de Broto, un pequeño pueblo de la comarca del Sobrarbe (Huesca – Aragón).
El valle de Broto se encuentra a los pies de una zona que llevaba años queriendo conocer. ¿Qué digo años? ¡Una vida entera!
Y es que el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido me rondaba la cabeza desde hacía no se sabe cuánto (yo diría que desde siempre, pero no me di cuenta hasta hace unos años), así que no me podía perder la oportunidad de descubrir este rincón de los Pirineos desde una perspectiva diferente.
El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido es de origen kárstico (roca caliza), tiene una extensión de 15.608 hectáreas y fue declarado Parque Nacional en 1918, Reserva de la Biosfera en 1977 y finalmente Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1997.
Está estrechamente vinculado al Parc National des Pyrénées, en Francia, ya que es límite natural entre España y el país galo, con los 3.298 metros de altura del Vignemale (Viñamala en castellano) como cima divisoria compartida por los dos países.
El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido está dividido en varios sectores: Añisclo, Ordesa, Escuaín, Pineta, Monte Perdido y el valle de Bujaruelo (este último se encuentra fuera del parque nacional pero es Reserva de la Biosfera).
Sus cimas más conocidas con las Tres Sorores y Monte Perdido, el punto más alto del Parque Nacional con 3.355 metros de altura.
Lo forman diferentes circos y valles glaciares, como el valle de Ordesa o el de Pineta y gargantas como la de Escuaín o el Cañón de Añisclo.
Nosotros no tuvimos la suerte de conocer estos parajes en concreto, pero nos quedamos con muchísimas ganas porque dicen que son alucinantes, y no me cabe la menor duda viendo lo que vimos…
El terreno es muy árido en las zonas más altas ya que el agua derivada de las precipitaciones la recoge rápidamente el sistema kárstico.
Sin embargo, la parte inferior de los valles está cubierta por frondosos bosques de hayas y abetos (a poca altura) y pino negro en mayores altitudes.
Durante el fin de semana los coches asistentes estábamos autorizados para circular por determinadas pistas dentro del Parque Nacional, algo que como es lógico en circunstancias normales está totalmente prohibido (salvo para propietarios de fincas y ciertos vehículos autorizados), así que aprovechamos este grandísimo privilegio y nos adentramos con nuestros todo terrenos en un entorno precioso.
Para acceder al paisaje que ves en las fotos recorrimos unos 16 kilómetros en coche por las pistas por las que teníamos permitido circular, dejamos nuestros coches en un “aparcamiento” y a partir de allí tuvimos que seguir caminando durante varios kilómetros para alcanzar la parte de la cresta de Diazas.
⇒ Acceder hasta allí a pie es fácil pero el recorrido es bastante largo, así que si no te
apetece caminar demasiado tienes la opción de contratar el servicio de Ordesa Taxi 4x4, una
empresa de vehículos todo terreno autorizada a acceder hasta ciertas partes del Parque
Nacional de Ordesa y Monte Perdido. El precio es de unos 20 - 30 € dependiendo de la excursión.
La Cresta de Diazas es una zona conocida por sus numerosas terrazas con vistas a un horizonte interrumpido por grandes montañas como el imponente Mondarruego que se levanta a modo de muralla frente a nuestros ojos.
El mirador del rey, al oeste de la cresta, y el de la reina, al este, son los que están ubicados a mayor altura (en la parte superior de la sierra).
Los miradores del Molar se encuentran un poco más abajo, al igual que el mirador de Calcilarruego (punto clave de la senda de los cazadores, uno de los recorridos más transitados de la zona), o el de punta Acuta.
Como se puede apreciar en las fotos, las vistas son sencillamente grandiosas, espectaculares, alucinantes y todos los adjetivos que quieras añadir para describir un panorama que deja con la boca abierta a quienes lo contemplan.
Además, con un poco de suerte también es posible ver rebecos, marmotas, buitres o quebrantahuesos. Basta con prestar un poco de atención y no hacer demasiado ruido para disfrutar de algunos de los animales que conforman la fauna típica de los Pirineos.
Yo pude ver los cuatro que he nombrado… ¡y es algo mágico!
Además, merece la pena perderse un rato por los numerosos caminos que hay por la zona y encontrar rincones extraordinarios desde donde seguir disfrutando de las vistas hacia las grandiosas cumbres que dominan el paisaje.
Desde esta parte del parque también es posible contemplar la cascada de Cotatuero, una de las más grandes de España, que desciende 200 metros frente a nosotros por un barranco desde la pradera de Ordesa.
⇒ La cascada de la Cola de Caballo, probablemente la más conocida del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, está bastante cerca de este lugar pero no se ve desde estos miradores.
Para mí fue unos de los momentos más especiales que he vivido en un entorno natural, sola, rodeada de silencio y de aire puro, con impresionantes montañas que me impedían ver qué había más allá y precipicios dramáticos en los que un traspiés sería sinónimo de un desenlace fatal.
Fue una experiencia extraordinaria que no me cansaría de repetir una y mil veces si pudiera, si tuviera la suerte de poder volver a deleitarme con uno de los paisajes más asombrosos del mundo entero.
10 comentarios
Yo también lo tengo pendiente desde hace años, y con tus fotos ahora me apetece mucho más! jajaja
tenemos la idea de recorrer los pirineos en autocaravana pero de momento son unas fechas en las que está todo cogido, así que quizás en otoño…
Seguiré ojeando tu blog ;) un saludo! :)
Seguro que en otoño está todo más bonito aún, a mí es una época que me chifla para visitar este tipo de sitios :D Un abrazo!
Impresionantes las fotos Sandra! Me quede pegada viendo las últimas de la cascada, es que si me las pusieras en frente diría que es en algún lugar de Canadá o o algún lugar recóndito.. nunca en España!
Se ve que la experiencia fue increíble! :)
Un abrazo!
¿Verdad que sí? A mí me pasó lo mismo, es alucinante <3 Un besote!
Ains Sandra qué crónica y recomendaciones más chulas. La verdad es que sí que es un lugar especial, se respira paz en estado puro.
En tu foto de la marmota, lo siento, pero no soy capaz de ver la marmota, ja, ja estas gafas ya tengo que volverlas a graduar
Sobre el quebrantahuesos está en peligro de extinción, así que ver una es todo un acontecimiento
Un Beso
jajaja Es un bichito marrón que hay hacia el centro de la foto, hay que mirar con atención! Y sí, tuvimos mucha suerte de poder ver los quebrantahuesos. Ahora creo que hay una población de ellos “bastante” grande porque hay organizaciones por allí que están haciendo labores por recuperarlo. Un besín!
¡Qué preciosidad! El camino me tira un poco para atrás porque soy de las que cuándo lleva un par de horas se empieza a agobiar… jaja Soy una débil!
Bueno, haciéndolo en 4×4 y luego el pedacín ese caminando no tendrías problema entonces jeje
El sitio es realmente precioso. Que fotos!!
Sí, gracias! :)