Todos sabemos que la naturaleza ofrece infinidad de posibilidades en el ámbito turístico, sin embargo, pocos somos conscientes de que a la vez los baños de bosque también aportan numerosos beneficios a nuestra salud, tanto a nivel físico como a nivel mental y emocional.
Por eso, debemos dejar de ver las rutas de senderismo solamente como deporte y comenzar a considerarlas como un modo de mantener nuestro cerebro y nuestro ánimo a raya.
Los elementos de la naturaleza (agua, aire, tierra y fuego) pueden llegar a proporcionar grandes dosis de energía a nuestro organismo así como ayudar a reavivar nuestros sentidos.
El senderismo como fuente de bienestar
El crujir de las hojas bajo nuestros pies, el sonido del fluir de un riachuelo, el viento que acaricia nuestra cara, el olor a tierra húmeda y los rayos de sol que se cuelan entre las ramas de los árboles estimulan nuestro cuerpo y nuestra mente.
Es por eso que la naturaleza en general y los bosques en particular están considerados, cada vez más, piezas fundamentales a la hora de mantener una estabilidad emocional (base de nuestro bienestar general) que nos permita estar en armonía con nosotros mismos.
Por esta razón, poco a poco van surgiendo nuevas fórmulas que se sirven del medio natural como terapia preventiva para enfermedades tan frecuentes como el estrés o incluso como complemento terapéutico para otras dolencias más graves.
“El cuerpo humano está hecho para adaptarse a la naturaleza”
(Yoshifumi Miyazaki – TEDx Tokio)
Shirin-yoku o Baños de bosque
Tal es el caso de los Baños de Bosque (shinrin-yoku en japonés), una práctica que consiste simplemente en adentrarse en el bosque y disfrutar de él con los cinco sentidos.
Según las investigaciones del antropólogo y fisiólogo japonés Yoshifumi Miyazaki, se trata de una experiencia tremendamente beneficiosa para el cuerpo y la mente, ya que los resultados muestran que tras una de estas sesiones los niveles de cortisol en saliva (biomarcador del estrés) descienden y la presión sanguínea se reduce (entre otros factores); tanto que puede llegar a reemplazar a los medicamentos en algunos casos.
Senderismo Meditativo y Forest Selfness
También el Senderismo Meditativo se nutre de la naturaleza pero de una forma más emocional. Se sirve de todos los elementos del medio, sobre todo de su tranquilidad, para crear un ambiente apto para la meditación.
Para ello, se realiza una ruta o un sencillo paseo a través del que desconectar de los problemas cotidianos y reencontrarnos con nuestro yo más interior. La flora del lugar contribuye además, con sus olores, a crear una atmósfera de relajación y sosiego durante el recorrido.
“La naturaleza siempre viste los colores del alma.”
(Ralph Waldo Emerson)
Algo más completo es el concepto de Forest Selfness, creado por la organización local de turismo de Cerkno, en Eslovenia y galardonado como mejor producto de turismo activo de categoría internacional en la modalidad de naturaleza en FITUR 2016.
Éste combina el poder curativo de la naturaleza con el wellness (bienestar general) y con alimentos de producción local.
Lo hace mediante un paseo guiado por un entorno natural en el que los participantes irán acompañados de expertos en meditación, crecimiento personal, espiritual y reflexología.
Con ello se pretende regresar a los orígenes, mejorar nuestra salud, alimentar nuestra vitalidad y mantenernos libres de estrés.
Y es que no hay excusa para poner en práctica los baños de bosque; únicamente aporta beneficios, es gratis – salvo que decidas contratar un paquete turístico que lo incluya – y lo puedes hacer por tu cuenta, en solitario o en compañía.
Para ello sólo tienes que encontrar un sendero, ruta o bosque por el que te apetezca caminar, equiparte con todo lo necesario, plantar los pies en la tierra… ¡y empaparte de naturaleza!
PD. Este artículo fue publicado originalmente en la revista Blogirls 2.0 Magazine – Una Navidad para sentirla.