Aunque Roma es una de las ciudades más monumentales del mundo, también es una ciudad que se puede visitar con muy poco dinero, de forma totalmente low cost.
Y es que aunque hay innumerables vestigios históricos, la mayoría de los atractivos de esta preciosa ciudad (una de mis favoritas) son totalmente gratuitos o al menos se pueden disfrutar al 80 % sin pagar ni un céntimo.
No, no te hablo de colarte o de sucumbir a ofertas, sino de 10 cosas que hacer gratis en Roma (y legalmente).
1. Visitar algunas de sus 900 iglesias
En Roma podemos visitar más de 900 iglesias, entre ellas, por nombrar algunas, se encuentran:
• San Pietro in Vincoli, que alberga la escultura del Moisés de Miguel Ángel y la reliquia de las cadenas de San Pedro.
• San Giovanni in Laterano, la catedral de Roma.
• Santa María della Vittoria donde se encuentra el Éxtasis de Santa Teresa, escultura de Bernini.
• Santa María Maggiore, una de las cinco basílicas patriarcales de Roma.
• San Pablo Intramuros, una iglesia anglicana con un aspecto exterior muy peculiar.
• Trinitá dei Monti, desde donde tendrás unas vistas muy buenas sobre el foro (¡y sin tener que pagar entrada!).
• Básilica de San Pietro en el Vaticano para disfrutar, entre otras muchas cosas, de la Pietà de Miguel Ángel, del maravilloso Baldaquino de Bernini y de las divertidos trajes de la guardia Suiza.
2. Ver los principales monumentos (desde afuera)
Además, los principales monumentos de Roma los podemos ver (aunque quizás no en su totalidad) sin pagar ningún tipo de entrada:
• Está bien que si te lo puedes permitir pagues la entrada al Coliseo, pero si tu presupuesto es muy limitado, siempre podrás pasear alrededor e intentar atisbar qué es lo que hay dentro.
• Intentar descifrar los arcos triunfales que hay repartidos por toda la ciudad y entre los que destacan el de Constantino y el de Tito, en los alrededores del Coliseo, es otra de las cosas que puedes hacer gratis en la ciudad de Roma.
• Siguiendo la Vía dei Fori Imperiali, a mano derecha te encontrarás con la Columna Trajana, una columna de alrededor de 35 metros que conmemora las victorias del emperador Trajano. También a mano derecha, aunque un poco más lejos, podemos ver el Mercado de Trajano, unas ruinas que antiguamente albergaban tiendas de todo tipo.
• Una vez hayamos recorrido la Vía dei Fori Imperiali llegaremos a la Piazza Venezia, donde se encuentra el Palazzo Venezia, cuyo balcón se hizo mundialmente conocido por haber sido testigo de los mítines fascistas de Mussolini y también el Monumento a Vittorio Emanuele II (también conocido como Altare della Patria o il Vittoriano).
• Algo que no te puedes perder en tu visita a “la ciudad eterna” es la abarrotada Fontana di Trevi. Probablemente te sorprenderás por el tamaño de la plaza donde se encuentra, será mucho más pequeña de lo que habías pensado, avisado estás… (porque supongo que esto no me habrá pasado sólo a mi, ¿verdad?).
• También puedes dedicarle unos minutos al imponente Castel Sant’Angelo, mausoleo del emperador Adriano y refugio Papal durante el asedio de la ciudad en 1527 que está conectado con la ciudad del Vaticano mediante un túnel subterráneo denominado Passetto.
3. Entrar al Panteón
Quizás te preguntes por qué no añado al Panteón de Agripa a la categoría de iglesias, y la respuesta es muy simple, no es una iglesia, sino un templo romano que data del año 126 D.C aproximadamente.
Hoy en día alberga los sepulcros de importantes personalidades como el de Vittorio Emanuele II, rey de Italia o del pintor renacentista italiano Raffaello Sanzio.
Os recomiendo que si tenéis oportunidad, lo visitéis cuando esté atardeciendo, porque la luz es preciosa. A mí fue uno de los lugares que más me gustó de todo nuestro viaje a Roma.
4. Meter la mano en la Boca della Veritá
Algo que también es totalmente gratuito es poner a prueba tu sinceridad metiendo tu mano en la Boca de la Veritá. La leyenda dice que si mientes se cierra (obviamente no es cierto, ¡anda que no habrán pasado mentirosos por allí y creo que a nadie se la ha mordido aún!). La (mundana) realidad es que se cree que fue la tapa de una alcantarilla…
Para visitarla tendremos que ir hasta la iglesia de Santa María in Cosmedin, hacer cola durante unos minutos y dispondremos de 10 segundos exactos para fotografiarnos con la Bocca de la Veritá.
5. Pasear por sus plazas
Las plazas de Roma son unos lugares mágicos, muy pintorescos y por suerte existen infinidad de ellas y para todos los gustos: Piazza Navona, donde podemos pararnos unos minutos a contemplar la Fontana dei Quattro Fiumi (fuente de los cuatro ríos), realizada por Bernini y que representa algunos de los principales ríos del mundo: Ganges, Danubio, Nilo y el río de la Plata.
Otra opción es Campo dei Fiori, por el día un mercado (aunque antiguamente era de flores, hoy en día podéis encontrar absolutamente de todo) y por la noche una de las zonas más animadas de la capital italiana.
También nos podemos acercar hasta Piazza di Spagna, uno de los mejores recuerdos que tengo de aquel viaje. Estaba preciosa cubierta por flores en un día completamente soleado y bastante caluroso.
Luego, podemos desplazarnos hasta la Piazza dei Popolo, una plaza enorme donde se encuentran las iglesias (casi) gemelas de Santa Maria dei Miracoli y Santa Maria in Montesanto.
6. Hacer un picnic
Otra opción si visitas Roma con más tiempo es relajarte en un parque haciendo un picnic (si el clima lo permite): tienes la opción de acercaros hasta los jardines de Villa Borghese. Nosotras dedicamos unas horas a comer un gelatto y a jugar a las cartas tiradas en la hierba, ¡y nos encantó!
También puedes elegir hacerlo en el Circo Massimo mientras intentas ponerte en situación como si estuvieses viviendo una auténtica carrera de cuadrigas…
A nosotras nos lo pusieron aún más fácil porque al llegar allí nos encontramos con representaciones teatrales ambientadas en el imperio romano, así que nos compramos unos bocadillos de tonno e pomodoro en unos de los puestos de comida y allí nos quedamos tumbadas al sol disfrutando del espectáculo.
7. Mercadillo de Porta Portesse
Esto es algo que tienes que hacer sí o sí si lo que pretendes es empaparte de las costumbres romanas.
En el mercadillo de Porta Portesse encontrarás miles de puestos de todo lo que te puedas imaginar, aunque como en todo mercadillo, necesitarás paciencia y tiempo para encontrar ‘ese pequeño tesoro’. Eso sí, no lo recomiendo para quienes no les gusten las multitudes…
8. Callejear por sus calles más estrechas
La mejor forma de descubrir una ciudad es callejear, caminar por calles pequeñas, fijarte en sus fachadas, en sus gentes… Pero en Roma esta afirmación es aún más cierta ya que las callejuelas tienen una magia especial.
Elijas la zona que elijas (Trastevere, la isola Tiberina, recorrer el Tíber y admirar sus numerosos puentes, etc) seguro que aciertas.
Personalmente, guardo muy buen recuerdo de un paseo que hicimos después de cenar en una pizzeria de Piazza Navona por las callejuelas que la rodean. Era de noche e íbamos comiendo un gelatto a la vez que disfrutábamos de lo bonitas que estaban las fachadas llenas de flores.
De todas formas ten cuidado por donde te metes, que no sean calles demasiado solitarias ni conflictivas. Nosotras tuvimos que escapar (literalmente) de un señor que nos perseguía diciéndonos sabe dios qué… Por suerte conseguimos despistarlo y la cosa se quedó en una simple anécdota, pero en el momento nos llevamos un buen susto.
9. Asomarse a alguno de los miradores de Roma
Roma es conocida como la ciudad de las siete colinas (Palatino, Quirinale, Aventino, Celio, Capitolino, Esquilino y Viminal) así que otra de las muchas cosas que puedes hacer es visitar alguna de estas colinas o uno de los muchos miradores que hay repartidos por toda la ciudad.
El Pincio en Villa Borghese o el Gianicolo sobre el Trastevere son dos ejemplos.
10. A tener en cuenta…
Además, te doy un par de trucos que te ayudarán a ahorrar (y bastante) durante tu estancia en Roma:
• Primero, es importante que sepas que el agua de sus fuentes es potable, y lo que es más, ¡está muy buena! Así que no tendrás necesidad de gastar ni un euro en comprarla. Puedes llevar una botella de casa e ir rellenándola según vayas encontrando fuentes. Nosotras es lo que hicimos durante los 5 días que estuvimos allí y ninguna sufrió ningún tipo de venganza de los dioses.
• Otro dato a tener muy en cuenta es que el acceso a los Museos Vaticanos es gratis el último domingo de cada mes entrando entre las 9:00 y las 12:00 de la mañana y saliendo como muy tarde a las 14:00 (una visita muy fugaz para lo que se tarda en recorrerlos, pero algo es algo). Si no te coincide ir un domingo, también hay descuentos para estudiantes menores de 26 años, ¡así que no te olvides de tu tarjeta universitaria si la tienes!
4 comentarios
HOLA SANDRA CON MI PAREJA TENEMOS PENSADO IR EN OCTUBRE A ROMA Y NI PIENSO SACAR ENTRADAS PARA DESPUES COMERME ESAS COLAS INMENSAS…. si PIENSO IR A LOS JARDINES DEL BATICANO ,..ETC TODO GRATIS Y SI ES NECESARIO VERLO DE AFUERA …ADEMAS PREFERIMOS LOS PAISAJES DESPUES NOS VAMOS A VIENA,PRAGA,BUDAPEST…BESOSSSS
Hola! Pues si te digo la verdad nosotras sólo tuvimos que hacer cola para entrar a los museos vaticanos (es imprescindible ir muy temprano) y para subir al Vittoriano (en éste no mucha). Eso sí, Roma es una ciudad que se puede ver al 80% sin tener que pagar un sólo euro como bien digo en este post, la magia está en la calle a la vista de todos. Además, si vais a hacer ese tour tan increíble por Europa, mejor gastar poco en cada sitio jeje ¡Un abrazo fuerte!
Genial! Me lo apunto todo y volveré a releerlo antes de ir para tenerlo fresquito… Muchas gracias por toda la información! :)
Gracias Angie, te va a encantar… es una ciudad que enamora ;)